R.

Recuerdo tu poema
de marilyn en los cielos, de marilyn en los cielos,
de marilyn en los cielos y qué pena
que lo quitases del guión a última hora.
Y en este momento
hoy, que apenas he dormido,
que tomé buses, trenes, metros, incluso un avión
-ahora que estoy en lo alto, y tú estás en lo alto, pero en aviones distintos
y es de noche, y sólo veo mi reflejo tras el cristal y esas luces en la ventanilla-
pienso
una vez más
¿dónde estará marilyn en los cielos
de aquella manera,
con su pose turbia,
la mirada limpia?.
En los cielos, últimamente
(sólo encuentro)
sólo hay
chicas
con ojeras.






rebuilding dadá

Percuto cómo descuajarme
y te perdono mientras me recopilo
porque tú ya no me esbozas
ni te amotinas a mi lado.
El frío acribilla miedo a aletargarse
y yo no intuyo, pero acuso entorpecerme
acariciar, corromper
la tinta, amarrada de blanco
y trajinar, emerger de una meta
incómoda
mientras sepulto acorazar un pequeño
lugar junto a tu
ombligo.